La clara victoria electoral del Partido Socialista tiene una lectura compleja: bastante voto útil (de Izquierda Unida) y mucho voto prestado (de electorado tradicionalmente nacionalista). "Voto del miedo (al PP)", lo llaman algunos. "Voto del asco", propongo yo: hay millones de ciudadanos a los que frente al PP no nos tiembla ni media pestaña, y en cambio sí experimentamos toneladas de grima. En cualquier caso, en Ferraz deberían ser extremadamente cautos: muchos de los votos recibidos son de quita y pon, apoyos con fecha de caducidad. Personalmente y frente a los números, me siento absolutamente desconcertado (por no decir abatido) ante al hecho de que un partido que durante cuatro años ha desplegado una estrategia de oposición tan impasible y mezquina, no solamente no se haya llevado un batacazo de los que hacen historia, sino que haya aumentado su número de votos. La derecha y el centro-derecha de este país no saben aún castigar a sus líderes. Llamémoslo inmadurez electoral, ausencia de sentido crítico, escasa tradición democrática. En muchos casos, y aquí voy a ser políticamente incorrecto, se trata de pura ignorancia, pura mala leche o que, sencillamente, en este país tenemos sobreabundancia de neuronas perezosas y/o retardadas. Supongo que tiene su parte de gran verdad aquel correo que muchos hemos recibido en el que se afirma que está científicamente demostrado que, quien a la vez es buena persona y tiene un mínimo coeficiente intelectual, no puede votar nunca al Partido Popular.
Casi prefiero volver en el tiempo a la alegría moderada del 10 de marzo, cuando empecé a escribir este post (largo por la traducción de su contenido), en el que pretendía ofrecer un análisis heterogéneo y distinto de los resultados de la víspera. Una visión en clave exterior: cómo nos ven desde fuera. A continuación, algunos extractos (volcados al castellano con máximo rigor) de los artículos que cuatro de los principales diarios europeos y uno americano han publicado hoy (por 10 de marzo) sobre la victoria socialista. En azul, el link hacia el artículo original, para quien quiera contrastar la información.
Zapatero: el audaz progresista español
THE NEW YORK TIMES, Victoria Burnett, 10 March, 2008 Spanish Prime Minister José Luis Rodríguez Zapatero after his party won the general election on Sunday.
MADRID — Era un Presidente accidental, un contrincante socialista sin experiencia, aupado al poder por aquella ola de rabia popular que surgió ante el modo en que el gobierno conservador gestionó los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004.
Pero lejos de gobernar con temeridad, José Luis Rodríguez Zapatero, de 47 años, ha aprovechado el estrecho margen con que ganó las elecciones hace cuatro años para dar impulso a su país –que en otro tiempos rebosaba conservadurismo religioso– y colocarlo en la vanguardia progresista de Europa.
Uno de sus primeras decisiones como Presidente de Gobierno fue retirar las tropas españolas de Iraq. Zapatero dio los pasos oportunos para legalizar el matrimonio homosexual y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, para recortar el papel de la religión en los colegios, para conceder mayor autonomía política a las regiones de España y para conseguir una mayor integración de los inmigrantes.
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Sus críticos afirman que es rehén de los caprichos de las minorías radicales y de los nacionalistas. Dicen que su decisión de negociar con ETA ha dado legitimidad a los terroristas, que sus políticas sociales hacen mella en los valores religiosos y tradicionales del país, y que sus medidas sobre inmigración han permitido que los inmigrantes se hicieran con trabajos que corresponderían a los españoles.
Zapatero es hijo de abogado, y nieto de un oficial del ejército republicano asesinado por las tropas de Franco durante la Guerra Civil española. Nació en la ciudad castellana de Valladolid y estudió derecho en la Universidad de León. Se convirtió en el diputado más joven del Congreso con 26 años, y desde entonces siempre ha trabajado para su partido.
Alto, delgado y bien vestido, Zapatero tiene unas maneras sosegadas y amistosas, una voz sonora que compensa su imagen de tipo desgarbado y con grandes ojos. Está fuertemente unido a su familia y ha conseguido mantener a su mujer, Sonsoles Espinosa, cantante clásica, y a sus dos hijas, al margen de los focos.
Tiene fama de ser alguien al que le gusta dormir en su propia cama y que se encuentra fuera de su elemento en los encuentros internacionales. A diferencia de muchos líderes europeos, sólo habla con fluidez una lengua: la suya. Además de retirar las tropas de Irak, Zapatero ha rechazado peticiones internacionales para que España desempeñase un mayor papel en Afganistán. España tiene desplegados allí varios cientos de militares, pero se ha negado a desplazarlas desde el noroeste, relativamente estable, al sur del país, desgarrado por la guerra.
Reformador y pragmático, el líder del PSOE encarna una España liberada de sus inercias
LE MONDE 10.03.08 08h53 Cécile Chambraud. M. Zapatero et son épouse, dimanche, après l'annonce des résultats.
Esta vez sí: tenía que ser SU auténtica victoria. Esta vez, nadie podría acusarle de haberse beneficiado políticamente del trauma creado por los 191 muertos que tras de sí dejaron los atentados yihadistas del 11 de marzo en Madrid, tres días antes de la legislativas que le darían la victoria. ETA ha proyectado su sombra gélida al final de esta campaña electoral, asesinando en el País Vasco a un antiguo concejal socialista. Sin embargo, el atentado no ha modificado la tendencia a la que, desde hacía semanas, apuntaban todos los sondeos. Así pues, el domingo 9 de marzo, José Luis Rodríguez Zapatero ha sido, esta vez sí, elegido por su persona, por su balance, por su proyecto.
E incluso, podría decirse, lo ha sido por su inicial: la “Z” de su apellido, que fue el ardid con el que los expertos en comunicación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) lograron dotar de identidad al candidato Zapatero. La ideología queda ahora lejos, y esto no es casual: durante cuatro años, el “zapaterismo” se ha ido constituyendo a partir de una mezcla de ciertas convicciones firmes –el feminismo; la apertura hacia las minorías, ya fueran sociales o regionales; la memoria republicana–, así como de una fe absoluta, por parte de su líder, en su propia habilidad política, y de la certidumbre de que el pragmatismo puede superar los problemas más enquistados en el país, como el terrorismo.
Sin duda, es esta combinación de flexibilidad, optimismo, audacia y ausencia de aprensiones lo que le ha permitido representar a una generación de españoles emprendedores y pragmáticos, liberados de las inercias de la España tradicional. Una generación que prefiere actuar antes de eternizarse en controversias teóricas, totalmente decidida a aproximarse a los otros grandes países europeos respecto a su calidad de vida, una preocupación constante de Zapatero. El Presidente reelecto ha estado a la altura durante los años de fuerte crecimiento que ha experimentado España: un crecimiento que mitigará las futuras reformas y hará que el futuro sea algo menos turbio.
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Zapatero ha querido identificar su primer mandato bajo la enseña del “talante”, que podría traducirse como un espíritu de apertura y diálogo. Pero, frente a un Partido Popular que nunca ha admitido verdaderamente la legitimidad de su victoria en vista de las circunstancias descritas anteriormente, ha debido presidir la legislatura más “crispada” de la historia reciente de España. Aquí lo tenemos provisto de una segunda oportunidad para reformar, también, la atmósfera política del país.Comienza un nuevo juego: la fortuna sonríe a Zapatero
SPIEGEL, 10. März 2008. Von Manuel Meyer, Madrid. Spaniens Ministerpräsident Zapatero: Nach dem Sieg, Zwang zur Kooperation.
El presidente socialista español ha ganado de nuevo las elecciones legislativas. Zapatero agradece su victoria especialmente a catalanes y vascos, pero no ha logrado la mayoría absoluta: deberá hacer concesiones.
Disfrutó de un baño de masas. Tras su victoria electoral del domingo, se dejó embargar por el entusiasmo e incluso dio en algún momento algún bote de alegría. “España ha decidido abrir una nueva etapa sin tensiones ni confrontaciones” –celebraba el Presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) en la noche del 3 de marzo.
Pese a todo, no será una etapa fácil. Si bien muchos de los 35 millones de votantes españoles han rechazado la política de confrontación del conservador Partido Popular, esto no significa que todos estén cien por cien satisfechos con la política gubernamental de Zapatero.
De esto también era consciente el Presidente y, por eso, en los últimos días de campaña, prefirió movilizar a sus votantes a base de menos promesas electorales, y más con una “campaña del miedo” ante la posible “vuelta al poder” de la derecha. En el intento, naturalmente, no se olvidó de hacer frecuentes alusiones a la Guerra de Irak, respaldada por el anterior Gobierno conservador, y a sus consecuencias: el atentado de Al Qaeda en los trenes de Madrid del año 2004. Y acertó en sus cálculos.
Mariano Rajoy, el líder de la oposición conservadora, ha desplegado durante cuatro años una política de confrontación dura. Muchos proyectos de gobierno se han visto frustrados gracias al principio radical de “no a todo”, practicado por una oposición en la que los halcones de la derecha se han mantenido activos tras su derrota electoral en el 2004. La campaña electoral de Rajoy se ha dirigido, por lo menos en un principio, al electorado de derechas, materializándose tanto en modelos económicos y sociales de tipo neoconservador como en mensajes contra los inmigrantes ilegales y contra la creciente inseguridad de los ciudadanos. Esta línea “dura” ha impedido que los conservadores lograran hacerse con el centro político.
Y esto tendrá consecuencias. Rajoy, quien ya ayer noche anunciaba su disponibilidad para seguir al frente de su partido, debería emprender un rumbo más moderado en los próximos cuatro años. Y esto significa, sobre todo, que los socialistas deberán esforzarse mucho en la próxima legislatura: los conservadores, pese a la útil “campaña del miedo” del PSOE, también han puntuado bien en los comicios de ayer y, con 154 escaños, se encuentran a una distancia corta de los socialistas. Éstos ganan en total sólo cinco escaños y, con 169 diputados, previsiblemente tendrán que formar de nuevo un gobierno en minoría.
Si bien Rajoy admitió ayer su derrota, también añadió, justificadamente: “Somos el partido que más votos y más escaños ha ganado”. La “clara victoria” celebrada por Zapatero no ha podido traer consigo esa mayoría absoluta a la que los socialistas aspiraban en secreto. Como hasta ahora, frente a muchas iniciativas legislativas, el PSOE deberá seguir dependiendo de los “acuerdos” con otros grupos parlamentarios. Pese a todo, los socialistas también salen reforzados de las legislativas: cabe esperar una oposición menos dura y, lo más importante: la victoria se ha conseguido, en gran parte, gracias a catalanes y vascos.Viva Zapatero
L'UNITÀ. Pubblicato il: 21.04.05 Aurelio Mancuso, presidente nazionale, Arcigay, commenta la vittoria di Zapatero.
La victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en España es la victoria del pueblo, de los derechos civiles y de las libertades de todos. Pese a una campaña electoral ensombrecida por feroces atentados y por el descenso directo, a la arena pública, de la iglesia católica española, el líder socialista ha acertado de nuevo. Su esfuerzo coherente a favor de la modernización económica y social del país, combinado con una legislatura de extraordinarias reformas orientadas a apoyar los derechos de las mujeres y los homosexuales, le ha proporcionado el respaldo decidido de la mayoría de los españoles.
También ha vencido, simbólicamente, el matrimonio gay: es decir, la plena equiparación de derechos para las parejas homosexuales, algo que en Italia genera nerviosismo, cuando no manifiesta hostilidad, en gran parte de la clase política. Como homosexual italiano subrayo que la victoria de Zapatero representa la confirmación de que las sociedades modernas y abiertas al progreso acaban validando siempre una política fuerte, clara y consecuente con respecto a las promesas electorales.
Los socialistas españoles, como todos los europeos, se han convertido en estos años en protagonistas de un cambio cultural y social muy importante que en Italia parece imposible, porque estamos, entre otras cosas, en presencia de una izquierda y de un centro izquierda absolutamente retraídos y timoratos.
En los días pasados, en los sitios de Arcigay y de tantas otras asociaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales han aparecido banners de apoyo al líder español, y esta noche hemos transmitido al líder socialista Zapatero, a través de Pedro Zerolo, nuestra más entusiasta enhorabuena.Los socialistas españoles prometen una nueva etapa tras su victoria electoral
THE GUARDIAN, Monday March 10 2008. Paul Hamilos in Madrid.
Socialist PM José Luis Rodríguez Zapatero wins convincing general election victory following tumultuous campaign.
José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente socialista del Gobierno español, ha obtenido una sólida victoria electoral tras una campaña que, en el último minuto, se ha visto sacudida por el asesinato de un político, del que se acusa al grupo separatista vasco ETA.
En una alocución a sus enfervorecidos votantes la pasada noche en la sede central del partido en Madrid, Zapatero, en primer lugar, rindió homenaje a Isaías Carrasco, el ex-concejal socialista que fue tiroteado dos días antes de las elecciones. Prosiguió dando gracias a “los votantes que han dado una clara victoria al Partido Socialista”, tras unos comicios que arrojan una participación del 75%.
“Gobernaré para todos, pero pensando ante todo en aquéllos que no tienen de todo” dijo, antes de desaparecer con su parodiada frase de despedida electoral: “Buenas noches, y buena suerte”, extraída de la película homónima protagonizada por George Clooney.
Rajoy, que reconoció su derrota contados ya el 91% de los votos, ha sido vencido por Zapatero en dos elecciones generales consecutivas, y tendrá que afrontar una posible retirada.
Tras una campaña amarga que ha dividido a la población y que ha estado dominada por el temor a una economía incierta y al aumento de la inmigración, Zapatero no ha conseguido la mayoría absoluta que anhelaba. Los responsables del Partido Socialista deberán, por tanto, negociar con los partidos regionales menores para formar gobierno.
Sin embargo, Zapatero tiene ahora la oportunidad de desprenderse de la etiqueta de “presidente por accidente” que le ha perseguido durante su primer mandato. En el año 2004 ganó las elecciones, gracias en parte al voto protesta contra el Partido Popular (PP), cuyos líderes intentaron manipular las informaciones sobre los atentados en los trenes de Madrid, en los que 191 personas murieron y 1.800 resultaron heridas.
La victoria de anoche fue un respaldo a la gestión que Zapatero ha llevado a cabo durante su primer mandato, en el que las tropas españolas fueron retiradas de Iraq, se han introducido diversas reformas sociales, incluido el matrimonio homosexual, y se ha cedido más autonomía a las regiones españolas.
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Aunque la campaña populista de Rajoy ha echado atrás a muchos votantes de centro, la inmigración sigue siendo una preocupación seria en la sociedad española, que debe asimilar aún los drásticos cambios demográficos que ha experimentado en los últimos años. El asesinato de Carrasco ha puesto de relieve que el conflicto en el País Vasco nunca se aleja demasiado de la agenda política. Zapatero fue criticado por sus negociaciones fallidas con ETA; queda por ver ahora si reanudará las conversaciones de paz.
